Casos de Éxito

Se trata de un paciente masculino de 18 años quien durante un asalto recibió dos balazos, uno en la mano derecha y otro en el muslo derecho.  La lesión de la mano presentó orificios de entrada y salida.  La bala destruyó toda la base del primer metacarpo (hueso de la base del pulgar).  Se reconstruyó el esqueleto del pulgar mediante un injerto de hueso del propio paciente que se sostuvo con una placa en T de dos mm de espesor.  La lesión del muslo no dañó hueso, arterias o nervios y sólo requirió de lavado en quirófano.  El paciente recuperó el uso completo de la mano aunque tuvo una movilidad limitada del pulgar debido a que la lesión destruyó la articulación.  

Radiografía preoperatoria: 
Radiografía de la lesión (nótese la destrucción del metacarpo debido al impacto de la bala)

Fotografía transoperatoria de placa en T e injerto óseo: 
Fotografía de la cirugía en la que se observa el injerto de hueso y la placa en T que sostiene la reconstrucción

Radiografía postoperatoria: 
Radiografía de la reconstrucción